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En este blog voy a intentar poner toda la información de mis viajes por el mundo, sobretodo, desde que tengo camara de fotos digital. Todas las fotos publicadas están hechas por mi excepto, claro está, las que salgo yo. En caso de no ser así, lo indicaré. Para cualquier duda o consulta enviarme un e-mail indicando que habéis visitado el blog.
Quisiera agradecer a mi esposa Yolanda haberme permitido desatender tantas veces mis labores domésticas, y paternas, para dedicar ese tiempo al diseño y mantenimiento del Blog.
Este iba a ser nuestro último día en la Rivera Maya, pues pasaban a recogernos para ir al aeropuerto a las 15:50.
El medio día que teníamos lo usamos para estar en uno de los pocos sitios de los que no habíamos disfrutado, y para nosotros, el menos importante, nuestro hotel (como ya os habréis dado cuenta, no vinimos a Rivera Maya a estar tirados en el hotel...).
Así que todas las fotos que incluye este artículo son del hotel, aunque las nocturnas son de otros días.
Fue el día que más tarde nos levantamos, pues serían las pasadas las 10:00 cuando estábamos en el Cenote de Dos Ojos.
Pero de camino, nos ocurrió algo de lo que había oído hablar, "la mordida". La mordida es un soborno que te hace la policía mexicana cuando cometes alguna infracción de tráfico, es decir, te paran por exceso de velocidad, por ejemplo, y te dicen que la multa es tanto, y después de soltarte el rollo, te piden "la voluntad", para dejarlo correr. El problema es que los coches de alquiler llevan un distintivo de color rojo en la matrícula que los diferencia de los demás vehículos. Los turistas somos presas fáciles para ellos, pues no conocemos las leyes y las costumbres, y muchas veces les damos más pesos de lo "normal", motivados por el miedo también.
Como se puede ver en el título, fue un día cansado. Nos despertamos a las 6:15 para estar en Cobá poco antes de las 8:00, que es cuando abren. Lo normal es que te cueste algo más de hora y media recorrer los 105 kilómetros que separan las ruinas de Playa del Carmen, pero esta era la segunda vez que hacíamos el recorrido (lo hicimos para ir a Chichén) y era demasiado temprano para que hubiese tráfico, así que llegamos un poco antes.
Hoy iba a ser un día bastante más relajado que los anteriores, pues lo único que íbamos a hacer era submarinismo en Cozumel. Cozumel es la tercer isla más grande de México pero la más poblada y lugar donde atracan muchos cruceros.
Antes de las 10:00 estábamos en Playa del Carmen, donde salen ferrys hacia Cozumel. Hay dos compañías: Ultramar y Mexico Water Jets. Tenéis las webs de ambas para ver precios y horarios. Un consejo, no compréis ida y vuelta, pues si Ultramar sale a las 10:00, la otra lo hace a las 11:00 y si ya tenéis el billete con Ultramar y son las 11:00 os tocará esperaros.
A 80 kilómetros al sur de Mérida por la carretera 180 se encuentra la maravillosa ciudad maya de Uxmal. Esa iba a ser nuestra primera parada del día, pero antes teníamos que levantarnos, a las 6:15, desayunar (zumo, fruta, café y bizcocho) con la agradable compañía de Edwin y salir de la ciudad más grande de Yucatán, Mérida.
Poco más de una hora después, llegamos a Uxmal, antes de las 8:00, hora de apertura, por lo que nos tocó esperar unos minutos. Eso también hizo que la visita fuera más cómoda y placentera, pues estuvimos prácticamente solos durante las casi 2 horas que nos ocupó la misma.
Edificios con una belleza, sobriedad y pureza increíbles que indican claramente el esplendor que alcanzó la cultura maya entre los siglos VII y X (aunque fue fundada hacia el s. III y abandonada en el XIII). Al contrario de lo que ocurre en Chichén Itzá, las construcciones de Uxmal no presentan influencias de otras culturas encontrándote dentro del más puro estilo puuc. Esto se pone de manifiesto en el simbolismo y la ornamentación de los frisos en los diferentes templos y palacios. Los magníficos decorados hacen de este lugar algo único en el mundo maya.
En torno a Uxmal, cuyo nombre significa "la tres veces edificada", circula una leyenda según la cual su edificio más importante, la Pirámide del Adivino. Fue levantada en una sola noche por el "enano de Uxmal".
El día de hoy iba a ser largo, pues además de recorrer los casi 400 kilómetros que separan nuestro hotel en Playacar y la ciudad de Mérida, donde dormiríamos, íbamos a visitar un poblado Maya, Ek Balam, Valladolid, Chichén Itzá, Ik Kil, Izamal y Mérida, con lo que el número de kilómetro ascendió hasta sobrepasar los 450 kilómetros.
Con el objetivo de estar en las ruinas de Ek Balam a las 8:00, madrugamos para salir del hotel minutos antes de las 5:30. Decidimos ir por la carretera de Cobá, es decir dirección Tulum, en vez de ir por Cancún ( por la autopista o carretera de cuota como se la conoce por allí) tras haber consultado el día de la llegada con dos conductores de autobús de la zona, el que nos llevó al hotel y un compañero suyo.
Antes de las 5:00 ya estábamos con los ojos como platos, entre el cambio horario, y las ganas que traíamos de ver todo lo que nos esperaba, nos impidió dormir más, así que salimos pronto en dirección Tulum ruinas, parando por el camino a poner gasolina y comprar unos sándwiches para desayunar. Cerca de una hora después llegábamos a Tulum, que significa “Ciudad del Nuevo Amanecer” ya la que los mayas la llamaban Zama. Se aparca a unos 5 minutos a pie de la entrada, en un gran parking, pero si lo pasas de largo, hay un par de restaurantes con espacio para aparcar gratis, sobretodo a las horas que llegamos, las 7:30. Ese camino que lleva a la entrada está repleto de pájaros como el de la izquierda.
Llegamos al aeropuerto internacional de Cancún a la hora prevista, 17:45 hora local, tras 10 horas y media de vuelo. Tras recoger las maletas y esperar a todos los que iban a nuestro hotel, el Riu Yucatán, y a otro cercano, llegamos a nuestra habitación a las 20:30.
A esa hora nos recogieron de la agencia de alquiler de coches, American rent Car, una agencia local, de Playa del Carmen, más barata que las internacionales y donde teníamos una reserva para un Atos por una semana al precio de 252$USA con seguro a todo riesgo (el equivalente en México).
Esa noche cenamos en el buffet y nos acostamos temprano, pues al día siguiente tocaba madrugar.
Acabamos de regresar de la Rivera Maya, en México. Cuando tenga tiempo, empezaré con el relato, fotos y vídeos del viaje. De momento os doy un adelanto...
Playas desérticas, manglares, 10 ruinas distintas, unas cuevas, cenotes, submarinismo, baño con delfines, etc.
Un viaje inolvidable.
Ya que hace bastante que no actualizo el blog (a la espera de llegar de Rivera Maya y publicar el viaje), voy a presentaros la web de Matt, un chico de 32 años de Conetica que solía pensar que todo lo que siempre quiso hacer en la vida era hacer y jugar a videojuegos. Matt logró esta meta muy pronto. En febrero de 2003, renunció a su trabajo en Brisbane, Australia y utilizó el dinero que había ahorrado para viajar por Asia hasta que se quedó sin dinero. Hizo este sitio para poder mantener a su familia y amigos información actualizada sobre dónde está.
A pocos meses de su viaje, un compañero de viaje tuvo una idea. Estaban de pie alrededor de la toma de fotografías en Hanoi, y su amigo dijo: "Oye, ¿por qué no haces tu particular baile. Voy a grabar". Se refería a un baile, el único baile que Matt hace. Lo hace mal. De todos modos, este resultó ser una buena idea. Aquí tenéis uno de sus primeros vídeos:
Un par de años más tarde, alguien encontró el vídeo online y lo pasó a otra persona, que a su vez pasa a alguien más, y así sucesivamente. Ahora Matt es cuasi-famoso como "El tipo que baila en Internet. No, no ese tipo. El otro. No, no lo sea. Yo te enviare el enlace. Es gracioso."
La respuesta al primer vídeo de Matt trajo a la atención de la gente en Stride goma. Se preguntó a Matt si se había interesado en otro viaje por todo el mundo para hacer un nuevo vídeo. Matt se preguntó si cobraría por ello. Dijeron que sí. Sonaba muy bien.
En 2006, Matt hizo un viaje de 6 meses a través de 39 países en los 7 continentes. En ese tiempo, bailó mucho.
El segundo vídeo de Matt lo hizo aún más famoso.
Las cosas se asentaron de nuevo y, a continuación, en 2007 Matt volvió a Stride con otra idea. Se dio cuenta de su mal baile no era todo lo que realmente interesante. Les mostró su bandeja de entrada, que, como resultado de su fama, fue desbordado de correos electrónicos de todo el planeta. Él les dijo que quería viajar por todo el mundo una vez más e invitar a la gente que le había escrito a salir a bailar también.
Stride la gente pensó que sonaba como otra muy buena idea.
Su web es esta, pero aviso que está en inglés. de todos modos os dejo sus vídeos más graciosos...
Hace exactamente un año, empezamos a elaborar este blog.
Al principio iba a ser un blog sobre Nueva Zelanda, pero poco a poco, fuimos colgando relatos de otros viajes.
Como sabréis los que leéis mis relatos, en los viajes más antiguos, las fotos que colgamos no son nuestras, son de otras webs o blogs, pero tenemos en mente cambiar esto, pillar un escaner de negativos y colgar nuestras fotos.
También está pendiente la elaboración de los relatos de algunos paises, pero todo se andará.
Otra idea que tengo en mente es hacer otro blog con nuestros viajes por España, aunque primero quiero terminar este, que después de un año de trabajo todavía está inacabado.
Nada más, espero que sigais nuestras futuras aventuras por el mundo durante muchos más años.
Gracias a todos los visitantes (más de 23.000 en este primer año), pues sin ellos, el blog no estaría tan avanzado (en cuanto a relatos se refiere), ya que los mensajes de ánimo y/o pidiendo consejo, aparte de subirnos la moral, nos llenan de ganas para seguir trabajando (como veréis totalmente gratis, pues no recibimos ni 1€ por el blog).
Como no queríamos que nos pasara como en Zagreb, y queríamos pasar la última noche del viaje en un camping, fuimos directamente al único camping de Ljubljana, el Ljubljana Resort, de 4 estrellas, desde donde, tras de aparcar y hacer el check-in, cogimos el autobús número 6, justo en frente del camping, que unas 10 ó 12 paradas después nos dejó en pleno centro.
Aunque aparcamos en zona azul cerca del centro histórico deZagreb sobre las 9:30 de la mañana, tras preguntar en información turística por un parking, estos nos dijeron que estaba prohibido que las autocaravanas aparcaran dentro de la ciudad, así que volvimos a la caravana y pusimos rumbo al parking del Motel Plitvice, cerca de la autopista que te lleva a Ljubljana (nos comentaron que era el único sitio donde podíamos aparcar).
Una vez aparcados, caminamos unos 5 minutos y cogimos el bus 112 (10 Kn ) que nos llevó a la estación de autobuses donde con el mismo ticket del bus, cogimos el tranvía 4 hasta el centro histórico.
En el día de hoy estuvimos todo el rato de ruta, hasta llegar a menos de 100 km de Zagreb (palizón).
Tan solo paramos para refrescarnos en el PN Krka, el cual visitamos después de dejar la autocaravana en el parking de Skradin (50Kn).
Un breve paseo atravesando el pueblo, te lleva al embarcadero donde tras comprar la entrada del parque (80 Kn adulto y 65 Kn estudiante), salen los barcos que remontan el río hasta las cascadas.
Entramos a Dubrovnik por la Puerta de Pile, la que veis a la izquierda, entrada principal al casco antiguo fortificado. El puente de piedra que la antecede es de 1537. La estatua que hay encima de la puerta es de San Blas.
A las 9:00 estábamos en las murallas de Dubrovnik (50Kn por adulto), un agradable pero cansado paseo de algo más de una hora en el que te haces polvo el dedo de tanto apretar el botón de la cámara de fotos. Se accede a ellas por dos lugares, uno, frente a la Fuente grande de Onofrio y otra cerca del embarcadero norte.