Otro día más que tocaba madrugar y dejar nuestro alojamiento a las puertas de Petra para recorrer los poco más de 100 kilómetros (poco menos de 2 horas) que nos separaban del centro de visitantes de Wadi Rum (5JOD pero incluida en el Jordan Pass) por una autovía en bastante buen estado hasta los últimos kilómetros, que hay que tomar una carretera más pequeña que va introduciéndose en el desierto y en la que nos cruzamos con algunos camellos a medida que la arena del desierto y los característicos riscos de Wadi Rum iban apareciendo.
Atención, peligro, camellos sueltos. |
El desierto de Wadi Rum, uno de los puntos fuerte de nuestro viaje a Jordania, es una zona natural protegida y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el hogar de los beduinos y escenario de las aventuras de Lawrence de Arabia, donde el oficial británico se quedó en 1917 y se rodó gran parte de la famosa película, pero también ha sido escenario para otras películas importantes como varias de Star Wars, Aladdin o la última de Marte.
Wadi Rum, Jordania. |
No os esperéis un desierto como el del Sáhara, no tiene el aspecto del típico desierto de dunas, es un desierto rocoso, con macizos de arenisca y granito cuyo pico más alto es el Jabal Umm ad Dami, la montaña más alta de Jordania con 1.854 metros.
Wadi Rum es un desierto rocoso y con macizos. |
Conocido también como el Valle de la Luna por sus paisajes de inhóspitas llanuras e imponentes riscos, uno de los paisajes desérticos más impresionantes del mundo, también posee zonas de dunas y es uno de los mejore lugares del mundo para disfrutar del cielo estrellado, aunque nosotros no tuvimos mucha suerte porque había luna llena.
Dale...fotón. |
Nosotros, para visitar Wadi Rum, contratamos una excursión de día completo en 4x4 con guía local (aunque podéis hacerla por vuestra cuenta con todo terreno, eso sí, no hay cobertura móvil, de modo que deberíais llevar GPS y agua abundante), así que a los pocos minutos de aparcar a la entrada del pueblo, a unos minutos del centro de visitantes, nuestro guía ya nos estaba recogiendo.
Vistas de Wadi Rum desde Lawrence Spring. |
Después de llevarnos a su casa y de invitarnos a un delicioso té, salimos en el 4x4 (tipo pick up, destapado por detrás, que rea donde íbamos, pero techado para protegernos del calor) en dirección a Lawrence Spring (1) o la fuente de Lawrence de Arabia, situada en lo alto de una colina, un remanso de agua a la sombra que evita que se utiliza para abastecer a beduinos y animales cuyo único interés son las vistas que se tienen desde lo alto del paisaje desértico y montañoso.
Mapa de Wadi Rum. |
A los pies de la montaña hay un gran monolito con inscripciones antiguas, revelando la situación de la fuente.
Uno de los puntos fuertes del viaje. |
Unos minutos después llegamos a una de las dunas de arena roja permanentes que forman parte del conjunto de dunas de Al Hassany (4), de entre 300 y 400 metros de altura.
Wadi Rum, dunas de Al Hassany, Jordania. |
A pesar de que Wadi Rum no es un desierto de arena, en algunas zonas, sobre todo próximas a alguna formación rocosa que las protege, se pueden encontrar dunas. A pesar de ser agotador, subimos a la duna para disfrutar de las vistas y, porqué no, bajar a toda pastilla correteando por la arena de la duna.
Al lado de los 4x4 está la tienda de beduinos. |
Si fuerais por vuestra cuenta, tenéis que saber que no hay indicaciones, pero casi en todas las paradas que realizamos había tiendas de beduinos donde poder comprar souvenirs y donde os obsequiarán con un delicioso té si lo deseáis.