Después de desayunar nos dirigimos a la cercana
Beaune, donde aparcamos en pleno centro, en zona azul.
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Mi familia. |
Si Dijon puede enorgullecerse de su calidad de capital histórica de
Borgoña, Beaune puede atribuirse a buen seguro el título de capital de los vinos de
Borgoña. El vino es omnipresente en
Beaune, tanto en las innumerables tiendas como en las bodegas. Pero el vino se refugia también bajo tierra, en las fabulosas bodegas abovedadas abiertas a la visita y a la degustación, aunque nosotros, al no ser "amantes del vino" y al ir con los niños, no las visitamos.
La ciudadela amurallada de Beaune se localiza 45 km al sur de Dijon. Prestigioso enclave vitícola y artístico, Beaune, fortificada desde 1368, fue, antes que Dijon, la capital de
Borgoña. El centro antiguo de Beaune, apiñado entre sus murallas y sus bulevares de circunvalación, es fácil de recorrer a pie, tal y como hicimos nosotros, y, como en nuestro caso, si no vais a museos, se puede visitar en una mañana o una tarde.